Decidieron mis padres que para tener un buen futuro, a los 14 años, continuara estudiando electrónica y radar en el centro de formación profesional "Parque de artillería" en Cuatro caminos en la calle Raimundo Fernández Villaverde. "De aquí saldrás hecho un hombre" me decían.
En los dos años que cursé estudios octuve bastante buenas notas. Pero siempre en mí prevalecía el dibujo y la pintura. Así es que a pesar de mis bastante buenas notas, a los 16 años de edad, después de hablar con varios galeristas que me aseguraron que no tendría problemas para poder vivir del arte, decidí dejar la electrónica por la pintura, causando un grave disgusto a mis padres. Mi madre muy enfadada me dijo "pués te vas de casa", y me fui. La sangre no llego al río y a última hora de la tarde se presentaron mis hermanos a buscarme en el estudio de mi maestro, que entoces estábamos en la calle Monteleon. A partir de entonces y la lógica reconciliación, ya era Pintor-artista.
Con el fin de poder presentarme al concurso de San Isidro, me inscribí en la asociación española de pintores y escultores en 1973. En 1974 en la escuela de Artes y Oficios.
Aquí, tuve la posibilidad de entrar a trabajar de restaurador, porque se presentó un restaurador en la escuela buscando alguien aventajado y que tuviera facilidad para el color porque habría igualar colores. El profesor no dudó y me propuso. Por cumplir acudí al taller de restauración, pero me negué. Yo quería ser pintor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario